En el año 2006, mi padre, Andrés Corral Manzano, estudió y emprendió en el cambio de cultivo de sus campos. Transformó su agricultura (cereal, leguminosas) por los campos de lavanda de Brihuega.

Un cambio promovido por varios factores, la rehabilitación de la economía familiar y la rehabilitación de Brihuega, su pueblo y las zonas de alrededor La Alcarria.

En el año 2009, mi madre, Guadalupe Cortijo Molina, comenzó con la elaboración de cosmética natural, productos de autocuidado, higiene, decoración y personalización para eventos y empresas.

Hoy en día, continuo con el legado más bonito que me dejo mi padre y junto a mi madre y hermana, cultivamos, destilamos y mimamos los campos de lavanda de Brihuega y elaboramos los productos artesanales mimando hasta el último detalle.

Toda nuestra oferta del catálogo está elaborada a base de ingredientes provenientes de fuentes naturales y nos orgullece presumir de hacer llegar a nuestros clientes productos del campos a sus casas.